¿Por qué Jesús enseñaba en parábolas?
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Cuando empecé a estudiar la Biblia con más profundidad, una de las preguntas que más me intrigaba era: ¿por qué Jesús enseñaba en parábolas? ¿No sería más sencillo hablar de forma directa? ¿Por qué a veces parecía que ocultaba su mensaje bajo historias?
Hoy quiero compartir contigo lo que he aprendido, basándome en Mateo 13:10-17, y te aseguro que esta enseñanza es mucho más profunda de lo que a simple vista parece.
¿Qué es una parábola?
Una parábola es una historia sencilla basada en la vida cotidiana que transmite una verdad espiritual profunda.
Jesús no inventó las parábolas como método de enseñanza, pero sí las perfeccionó para revelar y al mismo tiempo ocultar verdades del Reino de Dios.
La palabra "parábola" viene del griego parabolé, que significa "poner al lado", como si Jesús pusiera una imagen terrenal al lado de una verdad celestial para que pudiéramos compararlas y entender mejor.
¿Por qué Jesús enseñaba en parábolas?
(La respuesta de Mateo 13:10-17)
Un día, los discípulos, igual que nosotros ahora, no aguantaron la curiosidad y le preguntaron directamente:
"¿Por qué les hablas por parábolas?" (Mateo 13:10)
Leamos todo el contexto:
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Él respondiendo les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas; porque viendo, no ven, y oyendo, no oyen ni entienden.
14 Y de ellos se cumple la profecía de Isaías, que dijo: Oiréis con los oídos, y no entenderéis; veréis con los ojos, y no veréis;
15 porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
La respuesta de Jesús fue muy clara:
"Porque a vosotros os es dado saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no les es dado." (Mateo 13:11)
Jesús usaba parábolas para dividir a su audiencia:
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A los que tenían hambre espiritual y fe, las parábolas revelaban más de Dios.
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A los que tenían el corazón endurecido, las parábolas ocultaban el mensaje para que no fueran más culpables por rechazarlo con pleno entendimiento.
Esto puede parecer duro, pero si miramos el contexto, vemos que Jesús hablaba a una generación que ya había rechazado muchas señales y milagros. Sus corazones se habían cerrado.
¿Qué nos enseña Mateo 13:10-17 sobre el corazón humano?
Jesús cita una profecía de Isaías para explicar la condición espiritual del pueblo:
"Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane." (Mateo 13:15)
En pocas palabras:
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Ellos eligieron no querer ver.
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Ellos eligieron no querer oír.
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Ellos endurecieron su propio corazón.
Dios no fuerza a nadie.
Las parábolas revelaban a los humildes y ocultaban a los orgullosos.
Por eso Jesús agrega una bendición para los que sí reciben el mensaje:
"Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen." (Mateo 13:16)
¿Ves la diferencia?
La enseñanza en parábolas no era solo para ilustrar mejor, sino también para proteger la verdad y preservar la misericordia para aquellos que no estaban listos para recibirla plenamente.

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Unirme al Grupo¿Qué significado tiene esto para nosotros hoy?
Hoy, cuando abrimos la Biblia, sigue ocurriendo lo mismo.
No todos los que leen entienden. No todos los que escuchan son transformados.
La Palabra de Dios actúa de acuerdo al estado del corazón.
Cuando yo leo una parábola de Jesús, me examino a mí mismo:
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¿Estoy dispuesto a escuchar más allá de las palabras?
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¿Estoy buscando comprender con fe y humildad?
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¿Quiero obedecer lo que Dios me está mostrando?
La clave está en la disposición de nuestro corazón.
¿Cómo puedo aprovechar mejor las parábolas de Jesús?
Te comparto algunos pasos prácticos que yo mismo sigo al estudiar las parábolas:
Ora primero. Pídele al Espíritu Santo que abra tu mente y corazón (Juan 14:26).
Estudia el contexto. ¿A quién le hablaba Jesús? ¿Qué situación rodeaba la enseñanza?Conclusión: El regalo oculto en las parábolas
Hoy entiendo que Jesús no enseñaba en parábolas para confundir, sino para revelar la verdad a los verdaderamente interesados.
Sus historias siguen siendo un filtro amoroso: los que buscan de corazón, encuentran.
Y como dijo Jesús:
"El que tiene oídos para oír, oiga." (Mateo 13:9)
¿Tienes hambre de conocer más? Entonces las parábolas son para ti. No te quedes en la superficie.
¡Aplicación para tu vida!
Hoy te animo a acercarte a las parábolas de Jesús como un buscador de tesoros.
No te frustres si no entiendes todo a la primera. ¡Vuelve, ora, medita, y deja que el Maestro te enseñe!
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¿Qué parábola de Jesús te ha impactado más?
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